Finalmente lo han conseguido.
Hace años ya quedamos una temporada sin La Rosa de los vientos, pero con su tesón Juan Antonio Cebrián, los colaboradores y el público acérrimo, de nuevo resurgió de sus cenizas, y pudimos seguir disfrutando cada fin de semana con el mejor programa de radio que ha habido en mucho tiempo – y que habrá, me permito añadir – .
Pero, finalmente lo han conseguido. Con un trágico mandoble del destino, Juan Antonio Cebrián muere a manos de un infarto dejándonos a muchos huérfanos. Huérfanos porque fue como un padre para sus oyentes, nos enseñó grandes valores a través de las ondas, de sus libros y sus colaboraciones en distintas revistas y medios.
Espero que camine por los Campos Elíseos feliz como una lombriz como decía él. Que ya nos encargaremos nosotros de que resuene el eco de sus palabras en cada recoveco de la tierra.
!Fuerza y honor! Ahora más que nunca.