Donkey Kong Country, cuando uno lee, o escucha ese nombre, le vienen a la mente muchas cosas.
El otro día, buscando, encontré la snes y un par de juegos, y uno de ellos era este. Cuando conseguí conectar la vieja pero entrañable consola con el cable que me faltaba, que era el euro conector, que por cierto, cogí de la Gamecube, me dispuse a encender la snes sin saber la impresión que me iba a dar. Fue algo muy raro y a la vez tremendamente familiar, porque fue ver el logotipo de Nintendo y de la compañía Rare, y ya me encontraba viajando en el tiempo.

Comencé una partida nueva, como si acabara de estrenarlo de la tienda recién comprado y me puse a jugar. Era increíble, me sabía todos los trucos conforme iba avanzando, en un minuto me dio tiempo a manejar el mando como cuando completé el juego por última vez, hace ya 14 años. Me salía todo, era como pasar por sitios por donde ya había pasado (que en realidad es así), y puedo afirmar que incluso jugaba mejor que antes.
El recuerdo de jugar por primera vez y alucinar con los gráficos, lo seguía teniendo. Y me preguntaba porque tendrían tan buenos gráficos una consola en realidad, tan limitada. Eso era sacar lo máximo de un juego, no tiene ni un fallo. Simplemente es, lo mejor y lo casi perfecto para 16 bits. De pequeño me pasaba muchísimas horas jugando al Donkey Kong, y no entiendo el motivo de, porque todas las compañías de videojuegos, incluyo a Nintendo, se empeñan en mostrarnos su ‘’tamaño’’, cuando lo que en realidad nos deberían de ofrecer, es jugabilidad y diversión.
A ver, si con la nueva generación que viene y esta llegando, cambian un poco las cosas, porque si no, los jugones de verdad, acabarán extinguiéndose. Por último, decir, que cuando uno se acuerda de: Donkey Kong Country, Super Mario World (snes) o Zelda Ocarina of time, Perfect Dark, Mario 64 (N64)…, piensa que los videojuegos están muriendo poco a poco.