El día de Nochevieja lo pasé con José Carlos en la Salastereo de Alicante. La razón por la que pasamos allí la Nochevieja no fue otra que la de ver en acción a lo más parecido que pueda haber en la actualidad con los Ramones. Aunque la Salastereo no es un mal sitio para pasar la Nochevieja porque ponen muy buena música y en días señalados siempre traen mucha calidad traducida en Dj’s y grupos de música. Pero esta vez era aún mejor si cabe.
Ahora mismo solo queda un componente del grupo de The Ramones y es Marky Ramone. El que fuera batería del grupo durante dos décadas ha montado una muy buena banda de música clavadita a la de los Ramones y ha querido dar una gira por Europa. El motivo, entre otros, es que ha querido conmemorar los 30 años desde el primer Álbum de los Ramones. Y además lo ha hecho y no es por casualidad, como empezaron, en clubes y salas pequeñas. Se lo agradezco mucho porque es la actuación más increíble que he visto nunca. La verdad es que no he visto muchas actuaciones ni conciertos de artistas de una entidad estelar. Yo he tenido la suerte de poder haber visto a Bruce Springsteen and the E Street Band, Guns & Roses y poco más (me refiero de esta índole). Y el concierto en Alicante de Marky y su nuevo grupo fue realmente brutal, poder
disfrutar de I Wanna Be Sedated, Pet Sematary, I Don’t Care o Judy is a Punk entre otras muchas canciones y en un directo que hasta tocamos la guitarra del guitarrista es algo que para mí no tiene ningún precio. Los vimos a un
metro de ellos y luego se quedaron hasta las 7 de la mañana con toda la gente, bebiendo cerveza… Eso sí, Marky llegó justo cuando empezó el concierto y se fue justo cuando terminó. Pero nos pudo firmar y charlar un rato con nosotros.
La cercanía con la que vimos el concierto, la calidad exquisita de sonido y lo míticas que suenan los temas de The Ramones hizo que este concierto fuera muy especial para todos los que estuvimos allí. Me incluyo a mí, a mi amigo José Carlos y a Ruth, una amiga de clase que le encanta The KKK Took My Baby Away.