Ya no estoy cabreado, ya no estoy furioso, me he acostumbrado. Es la tercera vez que se me rompe la Xbox 360 y, una más si contamos con que se equivocaron la segunda vez y me mandaron una fuente de alimentación incompatible con la consola. El bagaje: tres juegos rotos (un Gears of War y dos Fifa 2008).
Mi consola se carga los discos, que se le va a hacer, no hay más. Y no, no me cambian la consola por otra nueva, me la “arreglan” rompiéndola más y supongo que así será hasta que se me acabe la garantía y opte por tirar la X360 y comprarme una PS3, increíble pero cierto.
La primera vez que se rompió la Xbox no lo detecté. Fue cuando adquirí y probé la consola por primera vez con el excelente Gears of War. Tres horas jugando y “plof”, a la mierda, se acabó, ya no hay juego. Saco el disco y lo limpio como me decía la señora X360. Lo vuelvo a meter, vuelve a fallar. Voy a donde compré la consola y el juego, digo que el juego me lo han dado rallado. No se lo creen, me dicen que nunca viene rallado de fábrica, yo les digo que sí es posible, vamos, un follón. Todo quedó en que me limpian el disco con un producto que tienen ellos allí en la tienda, vuelvo a mi casa y pruebo el juego. Que raro, a los 15 minutos ya no funcionaba. Tengo que llevarlo otra vez al establecimiento, mierda, otra vez no. Voy y les digo lo que ocurre, les digo que me cambien el juego y después de mucho pelear, me lo cambian.
La consola funciona bien durante algún tiempo pero hace mucho ruido, lo dejo pasar y cuando probé por primera vez el Fifa 2008, a las 3 horas, “plof”, otra vez, el disco del Fifa literalmente rallado en forma de circunferencia. Descubro lo que ocurre, la X360, mi X360, se carga mis discos, DVD’s y todo lo que “pilla”, es una depredadora de discos, disfruta jodiendo. Llamo al servicio técnico en una situación que bien merece un homenaje de Enjuto Mojamuto de Muchachada Nui. Una hora hablando por teléfono con una tía que no sabe castellano y que confunde los 6 con los 9 y las “T’s” con las “P’s”. Después de aguantar estoicamente, mi consola ya tiene fecha de salida para Alemania, la van a curar, ya era hora.

Se la llevan, vuelve a los 2 meses y sigue haciendo mucho ruido pero funciona. Me da tiempo a jugar 5 temporadas consecutivas en el modo Manager del Fifa y, a que lo adivináis, efectivamente, “plof”. Pero esta vez fuera de combate, se apagó y punto. Intenté reanimarla pero no pude hacer nada por ella. Mi consola pesada y blanca murió, no daba señales de vida. Lo único que hacía era ruido, ni siquiera cogía la señal de la TV. Increíble pero cierto, la consola se ha pasado más tiempo en Alemania y de aquí para allá que en mis manos. Vuelvo a llamar al servicio técnico y todo el lío. Me dicen, qué amables por Dios!, que me van a regalar un mando inalámbrico por las molestias causadas. Bien, un mando, justo lo que necesito, no tengo consola. De acuerdo, me mandan el mando y un mes más tarde la consola. Pido un Fifa a EA alegando que Microsoft ha roto el que tenía y que no me lo quiere reponer porque no es un “Halo” o un “Gears of War”. Genial, como siempre, EA se porta bien y me manda otro Fifa 08. Vuelve la consola y cuando voy a conectarla, Oh La La!, no encaja el cable de la fuente de alimentación con la otra parte de la fuente de alimentación (sabéis que se compone de dos partes, pues una de ellas no encajaba con la otra). Ahora si que no, chapuceros de Microsoft, que barbarie. Llamo al servicio técnico, les pido otra fuente de alimentación y me la mandan. Bien, ya tengo consola. Pues no, “plof” otra vez. El mismo día que estoy escribiendo esto. Se me a vuelto a joder la “joya de microsoft”, ese “ser superior” que es “ser superior” porque el rebaño queremos que lo sea. Vaya basura, otra vez rota. ¿Qué hago? Me han roto el segundo Fifa 08. Mi consola se vuelve a comer los discos, se los come con gran perfección en forma, como ya he mencionado antes, de circunferencia.
Pues nada, juzgar vosotros mismos. Microsoft demuestra día a día lo que es, una empresa que oferta auténtica basura, y que, sin embargo, es una de las que más facturan a nivel mundial. Sólo me queda decir una cosa, 2008: Una Odisea en Microsoft.