Con el gran momento que están viviendo los espectadores de la tercera temporada del anime de Ataque a los Titanes, me he decido a escribir este artículo, sobre los inicios de la serie y porque llegó con tanta fuerza. En general, me referiré al anime, pues es el medio más accesible para disfrutar de esta historia, además, el arte en los primeros capítulos del manga no es muy buena, aunque va mejorando.
El primer episodio de Ataque a los Titanes quizá sea el episodio perfecto en cuanto a atrapar al espectador se refiere. Con una premisa sencilla y pocos elementos introducidos, se consiguen unos primeros minutos capaces de introducirnos totalmente en el mundo de la serie, en el caos y el drama de esos momentos, de la humanidad cerca de perecer.
Mientras que muchas series del género shonen prefieren hacer un primer capítulo enfocado en presentar a su protagonista genérico de turno para atrapar a una audiencia más juvenil, Ataque a los Titanes sorprendió con un arranque violento, y un planteamiento no tan enfocado a los adolescentes.

Y ese es otro punto a favor de Shingeki No Kyojin, una historia más madura y profunda, aunque esto segundo tarda en manifestarse, así como esto fue una de las claves para Death Note, parece que la historia se repite y esto fue uno de los desencadenantes del fenómeno titán en el mundo.
Como ya he mencionado antes, el dibujo en el manga al comienzo es bastante malo, pero en el anime es todo lo contrario. Wit Studio, estudio que nació de Produtcion I.G, realiza un excelente y sólido trabajo representando los personajes, y bordando la estética steampunk de la historia. Las escenas de acción no bajan para nada el nivel, con planos complejos y un seguimiento espectacular a los equipos de maniobras.
La banda sonora original es espectacular, de lejos el mejor trabajo de Hiroyuki Sawano. Es desde luego un elemento clave en todas esas escenas donde el trabajo de Wit Studio logra superar completamente lo ofrecido por el manga, pues en Ataque en los Titanes tenemos muchísimos momentos impactantes.

La historia se plantea desde un principio con multitud de misterios, y se añaden más conforme el tiempo avanza, aunque la mayoría se resuelven de manera lenta y la espera para algunos momentos se puede hacer eterna. El avance es lento porque si no, no sería coherente con el mundo creado. Aun así, lo contado siempre aporta algo y se va completando la información que tenemos poco a poco, además de que en cada arco suele haber varios momentos muy importantes, que como he comentado antes, en el anime suelen superar al manga debido a la perfecta producción de la serie.
Los seiyuu de la serie, los actores de voz, juegan un papel muy importante en muchas escenas, y en este aspecto es imposible tener quejas hacia su trabajo, el cual es bordado en cada capítulo, y se está agradeciendo mucho sobre todo en esta tercera temporada del anime, la cual es para muchos lectores del manga, entre los que me incluyo, la mejor temporada, pues adapta el mejor arco del manga a un gran nivel.
Un problema que ha tenido esta adaptación al anime, es que a diferencia de Death Note, el manga de Shingeki No Kyojin es mensual, y aún no ha terminado, por lo que el tiempo entre temporadas es bastante grande, pero se respeta la obra original casi completamente.

Ese largo espacio entre temporadas quizás sea lo que algunas personas que empezaron la serie en su momento, y a día de hoy no les esté gustando tanto, es que se pierde gran parte de esa sensación de cuando te presentan un misterio y quieres conocer la solución, ya que conforme avanza el tiempo, cada vez nos importa menos, y es realmente complicado recuperar ese «hype», razón por la que ahora mismo, es un buen momento para ver Ataque a los Titanes, y luego, cambiarse al manga, para no perder el hilo.
Shingeki No Kyojin es una historia que puede disfrutar bastante público, gente que le interesen las peleas y batallas, que desde luego, son bastante originales y tácticas, y gente que además de disfrutar las peleas busque una historia interesante y llena de secretos.
Esto es lo que consigue que Shingeki No Kyojin triunfase y se uniese al trono de los shonen, el seguir muy pocos tropos y crear algo alternativo, algo que además mucha gente pueda seguir y disfrutar.

En conclusión, Ataque a los Titanes revolucionó el mundo del anime debido a la gran alternativa que era frente a otras series, también presentó una de las mejores animaciones vistas en un shonen y una banda sonora de lo mejor que podemos encontrar en todo el medio. Con una historia enigmática e intensa logró crear rápidamente una comunidad entorno suyo que le permitió aumentar su popularidad rápidamente.
Por su parte, el manga a día de hoy ha mejorado mucho su nivel de detalle y ha dado unas vueltas a la historia dignas de admirar, que han otorgado gran profundidad a la trama y han bordado el desarrollo psicológico de los personajes, además, el autor no ha tenido miedo y no le importa matar personajes que han sido importantes desde el inicio, lo que hace que cada mes sus capítulos sean más esperados.
Vamos, que si no habéis visto la serie, ya tenéis algo que hacer.